La periodontitis, es conocida comúnmente como “piorrea o periodontitis crónica”.
Se trata de una enfermedad bucal, que inicialmente cursa con una gingivitis (inflamación de las encías) y evoluciona con una recesión gingival y pérdida de hueso, aumentando la movilidad dental y la posterior pérdida dentaria.
Para prevenir la inflamación de las encías y periodontitis, es fundamental tener una buena higiene bucal, cepillando los dientes al menos dos veces al día y complementando el cepillado con el uso de seda dental o cepillos interdentales.
Es importante eliminar la placa bacteriana que se general sobre los diente, sobre todo entre los dientes y dentro del surco gingival (entre el diente y la encía), ya que esta produce inflamación de las encías, llamada gingivitis.
La gingivitis puede causar dolor y sangrado espontáneo o tras el cepillado, y si no es tratada, puede derivar en una periodontitis.
La periodontitis conlleva una inflamación más profunda que afecta a los tejidos de soporte del diente.
Es un proceso lento, que muchas veces pasa desapercibido, evolucionando con la pérdida de inserción provocando movilidad dental, incluso con la pérdida de la pieza dentaria.
Es fundamental revisar la salud bucal y realizar limpiezas bucales cada 6 meses aproximadamente, para poder prevenir patologías más graves.
Una vez diagnosticada la enfermedad periodontal, debe realizarse un tratamiento exclusivo para la periodontitis y su posterior mantenimiento.
Para ello contamos con la Dra. Maestre, especialista en tratamientos periodontales, gingivales y cuidado de la salud general de su boca.